Antepasados de Miguel Ángeles de Rivera
Sus padres se casaron en Caraz el 14/02/1822. Un extracto de la inscripción matrimonial (ésta es muy escueta) dice: "Ignacio Ángeles, hijo legítimo de Martín Ángeles y Micaela Campos, con Ascensión Rivera, hija de María Rivera".
Hay varios Ignacio Ángeles en Caraz, blancos, mestizos e indígenas por aquella época, lo cual, ante la costumbre de no usar los nombres completos en las inscripciones, dificulta enormemente la búsqueda de datos. Además se da la circunstancia de que había varios matrimonios Ángeles-Rivera por la época, por ejemplo el matrimonio Custodio Ángeles-Juliana Rivera (seguramente parientes muy cercanos, hermanos/primos), quienes tienen hijos apadrinados por Ignacio Ángeles-Asensia Rivera y Anacleta de los Heros.
Ignacio Ángeles Campos falleció en Caraz el 18/01/1863. Un extracto de la inscripción de defunción dice: "Casado con Ascención Rivera dejó 5 hijos y testó."
Sobre Asensia Rivera y María Rivera no he encontrado nada. El apellido Rivera es muy frecuente en la zona de Caraz y en muchos otros lugares del Perú, lo cual hace muy difícil la búsqueda.
Otros hijos del matrimonio Ignacio Ángeles y Asensia Ribera fueron:
- Manuel Ignacio Ángeles de Rivera, bautizado en Mato el 19/11/1844. Un extracto de la inscripción dice: "...4 días, hijo legítimo de Ignacio Ángeles y Asensia Rivera. Padrino Ignacio Figueroa".
- Carlos Federico Ángeles de Rivera, bautizado en Mato el 12/11/1839. Madrina Anacleta Heros.
- Francisco Ángeles de Rivera, fallecido el 13/01/1865, a los 34 años.
Creo que los únicos que tuvieron descendencia, muy prolífica, y solo varones, fueron Miguel e Ignacio.
La tradición familiar dice que Miguel se asentó en Caraz e Ignacio en Yungay, donde se casó con Carmen Jaramillo y tuvo muchos hijos.
Miguel Ángeles de Rivera, y Juana Mata Barraquino de los Heros, fueron dueños de las haciendas de Pomacucho (que perteneció a Melchor Gutiérrez - Anacleta de los Heros) y San Diego.
Con respecto a los padres de Ignacio Ángeles Campos, Martín Ángeles y Micaela Campos no he encontrado más información, salvo que tuvieron otra hija: Melchora Ángeles, fallecida en 1894, a los 78 años, soltera. Martín tuvo al menos otro hijo, Bricio Ángeles.
A continuación recopilo matrimonios de varones con apellido Ángeles, blancos o mestizos:
-01/09/1681 Juan de los Ángeles con Juana Lizagirre
- 16/09/1744 Domingo de los Ángeles con María Melchora
- 02/05/1746 Matheo Ángeles con Marcela de Ochoa
- 07/08/1747 Juan Ángeles con María Gertrudis
- 31/12/1747 Pedro Venancio Ángeles con Melchora Huete
- 31/03/1748 Alonso Ángeles con Cayetana del Pino
- 01/04/1748 Pedro Ángeles con María Guerrero
- 01/04/1750 Joseph Ángeles con María Ignacia Ramos
- 23/02/1755 Alonso Ángeles con María Ildefonsa Granados
- 31/08/1756 Andrés de los Ángeles con Thoribia de Herrera
- 10/11/1756 Fabián Ángeles con María Ildefonsa Sol
- 10/07/1757 Joseph Christoval Ángeles con María Pasquala
- 06/04/1759 Juan Mateo Ángeles con María Magdalena
- 04/09/1760 Juan Joseph Ángeles con María Agustina
- 20/06/1760 Gerónimo Ángeles con Josepha Barbula
- 16/01/1763 Pedro Ángeles con María Mercedes Pajuelo
- 02/01/1761 Ändrés Ángeles y Águeda Díaz de León
- 22/09/1763 Mario Ángeles con Catalina Sarmiento
- 28/07/1777 Miguel Ángeles con María Carrillo
- 02/02/1778 Bricio Ángeles, hijo de Martín de los Ángeles y Manuela Alegre, con Isabel Gutiérrez
- 26/08/1779 Domingo de los Ángeles, español, viudo, con Micaela Jara
- 24/11/1806 Pedro Advincula Ángeles, viudo, con Petrona Pajuelo
- 01/03/1808 José Ángeles con María Fernanda. Padrinos D. Martín de Almandoz y Dª Ventura Lúcar
- 21/08/1820 José Dolores Ángeles y María Pardo. Padrinos D. Antonio Terri y Barbara Jayo
- 20/02/1821 Mariano Ángeles con Isabel González
- 06/07/1821 Asensio Ángeles con María Bruna Ochoa
- 28/08/1821 Manuel Ángeles con Lucía Ochoa
- 02/02/1822 Leandro Ángeles con María Juliana Montañez.
Raúl Ángeles Lúcar - Padres y abuelos
Tuvo 3 compromisos, con Rosa Olivera, Águeda Rodriguez Carranza e Isabel Franco Ormeño.
Tuvo 6 hijos: Raúl Ángeles Olivera, Jaime Ángeles Rodriguez, Nelly Ángeles Rodriguez (mi madre), Hugo Ängeles Franco, Victor Ángeles Franco y Enrique Ángeles Franco.
Sus padres fueron Ignacio Ángeles Barraquino e Isolina Lúcar Lúcar.
Familia Ignacio Ángeles Barraquino e Isolina Lúcar Lúcar.
Miguel Ignacio Ángeles Barraquino y María Isolina Lúcar Lúcar contrajeron matrimonio el 14/07/1893 en Mato. Un extracto de la inscripción parroquial es: "D. Ignacio B. Ángeles, soltero, de 32 años, hijo legítimo de D. Miguel Ángeles y de Dª Mata Barraquino con Dª Isolina Lúcar, soltera de 35 años, hija legítima de D. Antonio Lúcar y de Dª María Lúcar, fueron testigos D. Antonio Lúcar y Dª Mata Barraquino".
Da la casualidad que a los pocos días se casaron, también en Mato, 2 hermanos de Ignacio. El 22/07/1893 se casó su hermano Guillermo cpn Ludomilia Carassa (Guillermo B. Angeles, soltero de 22 años, con Ludomilia C. Carassa, soltera de 16 años, hija natural de Dª Lucila B Ramos. Fueron testigos D. Miguel Ángeles y Dª Mata Barraquino). Y el 05/05/1894 se casó su hermano Manuel (Manuel B. Ángeles, soltero de 27 años con Eudomé Robles, de 22 años, hija legítima de Juan Robles y Manuela Barrionuevo. Fueron testigos D. José María Almandoz y Dª Ana Flores). Es de notar el uso de la B. de Barraquino después del nombre de pila, al estilo norteamericano, y que los nombres no se escribieran completos. Y que poco antes, el 04/09/1892 Antonio Lúcar, padre de Isolina, se casara, en segundas nupcias, y con licencia por parentesco, con Mª Isabel Villanueva Lúcar, hija legítima de D. Miguel Villanueva Córdoba y de Dª Inés Lúcar (media hermana de Antonio).
Miguel Ignacio Ángeles Barraquino nació alrededor de 1870 (no he encontrado la inscripción bautismal, pero dudo mucho de que tuviera 32 años al momento de casarse, como dice la inscripción matrimonial) y murió el 04/04/1914. La inscripción de la defunción dice: "...blanco, casado, de 50 años...Murió de tisis pulmonar, no testó. Entierro de pobre de solemnidad".
Mª Isolina Lúcar Lúcar nació el 11/02/1863. Su inscripción bautismal es del 14/02, fueron sus padrinos Santiago Campos Romero y Emilia Gastelumendi. No he encontrado su partida de defunción.
Tuvieron 3 hijos:
- Raúl Antonio Ángeles Lúcar, mencionado en el primer párrafo
- Emiliano Ángeles Lúcar, nacido el 26/10/1892 y fallecido el 28/08/1973. Tuvo 3 compromisos:
con Luzmila Lúcar Landabery (hijo Germán Ángeles Lúcar, fallecido), con Angélica Desmé y matrimonio con Luzmila Olivera Figueroa (hijos: Ciro, Nelly (fallecida), Carlos Guillermo, Wilma Luzmila, Oscar Ignacio, Manuel Víctor, Luis Fernando, Miguel Antonio (fallecido) y Juana Rosa,
- Juana Rosa Ángeles Lúcar, nacida el 18/03/1904, bautizada el 30/06. Padrinos Miguel Ángeles y Ludomilia Carassa. Casada con Enrique Romero Ángeles, tuvo 3 hijos: Rosa, Enrique y Yolanda.
Familia Miguel Ángeles de Rivera y Juana Mata Barraquino de los Heros
Miguel Ángeles de Rivera y Juana Mata Barraquino de los Heros (ojo, Juana Mata es un nombre compuesto inspirado en un santo) contrajeron matrimonio alrededor de 1860. No he encontrado la inscripción del matrimonio. Miguel Ángeles de Rivera era hijo de Ignacio Ángeles y Asensia Ribera y Juana Mata Barraquino de los Heros era hija de Clemente Barraquino de los Heros y Melchora Mejía o Milla (en la inscripción de bautismo aparece Milla y en la de defunción Mejía). Ambos son apellidos frecuentes en Caraz.
Miguel Ángeles de Rivera fue bautizado el 19/11/1840. la inscripción bautismal dice: "de un mes y medio, hijo legítimo de Ignacio Ángeles y Asensia Ribera, blancos. Madrina Anacleta Heros". Murió sobre 1910, no he encontado la inscripción de defunción.
Juana Mata Barraquino de los Heros fue bautizada en Mato el 12/06/1846. La inscripción esta muy mal hecha, con el nombre Matea Varraquino, un extracto de ella es: "...bautizada 5 meses antes en Yungay, hija natural de Clemente Varraquino, natural de Caraz, y Melchora Milla, natural de Yungay. Madrina de bautismo María Crespo y de óleo José León" . Las inscripciones de Mato suelen ser muy malas, tanto así que el cura a cargo recibió una reprimenda formal del obispado. Juana Mata murió en Caraz el 15/10/1896, un extracto de la inscripción es : "... 50 años, blanca, casada con Miguel Ángeles. Hija natural de Clemente Barraquino y Melchora Mejía. Testamento ante el notario Buenaventura Ramírez. Murió de pulmonía, entierro mayor".
Tuvieron 6 hijos:
- Miguel Ignacio Angeles Barraquino n 1860-1870. Casado con Maria Ysolina Lucar Lucar, en Mato, el 14/07/1893. Hijos: Raúl, Emiliano y Juana Rosa.
- Miguel Federico Angeles Barraquino n 1874. Casado con Eleuteria Saenz de los Heros. Hijos: Juan Antonio, Rosa Elvira, Jorge y Lira.
- Miguel Daniel Angeles Barraquino n 1876. Casado con Sra. Cisneros o Diaz?. Hijos Agusto, Alberto y Arturo.
- Miguel Manuel Angeles Barraquino n 1878. Casado con Eudomé Robles de los Heros, en Mato el 05/05/1894, Hijos: Godofredo, Genaro, Luzmila, Manuel, Julián y Victoria).
- Miguel Guillermo Angeles Barraquino n 1880. Casado con Ludomilia Carassa Ramos, en Mato el 22/07/1893. Hijos: Gustavo, Griselda, Manuel, Guillermo y Rebeca.
- Miguel Antonio Angeles Barraquino (en la web de los mormones aparece como padre Miguel Angeles Olivera) n 1882. Casado con Soila Olivera. Hijos: Oswaldo, Eduardo y Mario.
Familia Antonio Lúcar Otárola y María Lúcar Chávez
Antonio Lúcar Otárola y María Lúcar Chávez (en muchas inscripciones aparece Chaves) se casaron el 17/02/1862 en Caraz. Un extracto de la inscripción del matrimonio dice: " ...yo, el infrascripto cura interino de esta doctrina después de realizar las formalidades que prescribe el tridentino y no resultando impediemto alguno casé a D. Antonio Lúcar, blanco, soltero, hijo natural de D. Toribio Lúcar Chávez y de Dª Carmen Otárola con Dª María Lúcar, blanca, soltera, hija legítima de D. Bartolome Lúcar y Dª Fernanda Chávez. Padrinos D. José Gutierrez y Dª Carmen Almandoz".
Esta inscripción matrimonial plantea interrogantes acerca del parentesco que tratremos más adelante.
Antonio Lúcar Otárola fue bautizado el 13/06/1831 en Mato. Un extracto de la inscripción dice: "... 4 días de nacido, blanco, hijo natural de Toribio Lúcar y Carmen Otarola. Padrinos Pedro Landaveri y Manuela Chávez". Falleció en Mato, un extracto de la inscripción es: "... fallecido el 30/03/1905, 76 años, hijo de D. Toribio Lúcar y de Dª Carmen Otarola, viudo en primeras y segundas nupcias de Dª María Lúcar y Dª María Isabel Villanueva. Murió de afección a la vía urinaria".
A principios del s XIX había en Caraz 2 Toribio Lúcar: Toribio Lúcar Chávez (1811-1878), hijo de Bartolomé Lúcar y una señora de apellido Chávez (no he encontrado el nombre de su madre) y Toribio Lúcar Sedamanos (1822-1892), hijo de Mariano Lúcar y Petrona Sedamanos, casado en primeras nupcias con Antonia Guimarei y en segundas con Josefa Olivera.
María Lúcar Chávez fue bautizada el 24/02/1827 en Mato, con el nombre de María Matiasa. Esta inscripción aparece en la web de los mormones, indicando que fue extraída de un libro de bautismos de Mato. Yo leí el libro y no la encontré, pero hay que precisar que muchas de las páginas de los libros son practicamente ilegibles. No he encontrado la partida de defunción, debe haber fallecido sobre 1890.
De acuerdo a lo anterior Antonio Lúcar era sobrino de María Lúcar. El padre de Antonio, Toribio Lúcar Chávez, era hermano o medio hermano de María Lúcar Chávez. Ahora bien, si éste era el caso, ¿porque no quedo reflejada la licencia eclesiástica en la inscripción matrimonial, como en el caso de la boda de Antonio Lúcar con Isabel Villanueva?. ¿Fue un descuido del cura o hubo otras causas que desconocemos?.
Tuvieron 2 hijas:
- María Isolina Lúcar Lúcar, nacida en Caraz el 17/02/1863, fallecida a principios del s XX y
- Estalila Elisa Lúcar Lúcar, nacida en Mato el 09/03/1866 y fallecida un día después que Antonio Lúcar. Un extracto de la inscripción es: "... fallecida el 31/03/1905, 30 años, soltera. Murió de epilepsia".
Mi investigación en Madrid - los microfilms
Leer microfilmes es una tarea ardua y penosa. Aparte de tener que leer las inscripciones una por una, éstas están hechas de manera descuidada, con muchos errores en los nombres, y con solo un apellido (ver nota sobre apellidos). La costumbre de los 2 apellidos se oficializó en España en 1870 (USA y Europa usan solo un apellido) y a partir de allí se extendió por casi toda Latinoamérica. La ortografía de los nombres en esa época era muy irregular. Hay que tener en cuenta que en el s XVIII o XIX no existían DNIs, los nombres apellidos se inscribían como los entendía el registrador.
Un ejemplo de las imprecisiones de los nombres es que he visto inscripciones con el nombre de Juana Mato Barraquino, Juana Mata Barraquino, Mata Barraquino y Matilde Barraquino, todas ellas se referían, sin duda alguna, a la misma persona.
La información de los microfilms la he contrastado con algunos familiares: Flor Ángeles de Moshe, Guillermo y Lucho Ángeles, a quienes agradezco mucho su ayuda. La información que posee la familia Ángeles por tradición verbal llega hasta mediados del s XIX (hasta Miguel-Ignacio Ángeles Rivera y Antonio-Nicanor Lúcar), , de allí para atrás es necesario que investiguemos los libros parroquiales y los testamentos si deseamos profundizar la información.
Como resultado de la investigación tengo 27 páginas llenas de nombres de personas que vivieron en Caraz y Mato, y conozco bien los apellidos de Caraz y los nombres que se usaban en esa época. Un hecho muy doloroso es la enorme mortandad infantil que existía en aquella época, he visto inscripciones de una familia Lúcar a la que se le murieron 3 hijos seguidos. En esa época no existía la penicilina y cualquier infección podía acabar con una persona. También vi partidas de 2 hermanos Ángeles de Rivera muertos en la infancia.
Aunque a muchos les pueda parecer aburrido, a mi la lectura de los microfilmes me ha gustado, me ha emocionado, y me ha enriquecido (complementándola con la lectura de libros peruanos antiguos publicados en Cervantes Virtual como Tradiciones Peruanas y Anales de la Inquisición de Ricardo Palma). Me ha permitido conocer algo de nuestros antepasados, que quiero compartir con todos aquellos que estén interesados.
El apellido Lúcar
Si recurrimos a la web de los mormones la sorpresa es mayor, podemos ver que aparecen muchos Lúcar en Francia e Inglaterra, desde el s XVI.
Pero tambien aparecen unos "de Lúcar" españoles, en Vizcaya, País Vasco, entre los s XVI y XVII que recibieron sacramentos en la Colegiata de Santa María de la Asunción, Cenarruza (Markina-Xemein), muy cerca de Bilbao y de Bolibar, el pueblo originario de la familia de Simón Bolivar.
¿Es Lúcar (Lúcar de Caraz) un apellido español?. ¿Qué pasó con los Lúcar españoles?. ¿Porqué no existen actualmente españoles nativos con el apellido Lúcar?. ¿Emigraron todos a América, Europa y Filipinas?.
Los registros parroquiales vascos están digitalizados y se puede acceder a ellos por internet. Revisando los nombres podemos ver que en lugar de Lúcar los apellidos que encontramos son "de Lúçar", con cedilla. Tal vez los Lúçar al emigrar a otros lugares de España perdieron la cedilla y se convirtieron en Lúcar. Mediante la web de los mormones encontramos a un Martín Lúcar en el padrón del Valle de Liendo, nacido en Cantabria en 1611, con el comentario: “su padre vino de Vizcaya”, y también a Vicente Lucar y Cabueñas, nacido en 1652 en Santander y fallecido en Quito
Me parece muy probable que los Lúcar europeos, y el Lúcar más famoso, Cyril Lúcar o Lucaris, patriarca de la Iglesia ortodoxa griega no tengan nada que ver con los españoles, la coincidencia de apellido es eso, una mera coincidencia. Tampoco creo que los Lúcar fueran judíos (ver nota sobre apellidos criptojudíos).
Actualmente existe en el País Vasco el apellido Lúzar y en Navarra Lúsar, estos apellidos parecen provenir de Lúçar.
En Sudamérica el apellido se encuentra fundamentalmente en Perú, Argentina y Chile. En Argentina existió el título de Conde de Lúcar.
Con respecto a la posible etimología del apellido, Lúcar/ris es una palabra latina que designaba a un impuesto forestal destinado a pagar actores. Existía una región romana llamada Lucainena. Y Luzar significa en vasco terraplén.
En la revista nº 20 del Instituto Peruano de Investigaciones Genealógicas (calle Porta 170 of 806 Miraflores Lima 018) se encuentra un artículo acerca de los Figueroa Lúcar de Huanuco. Poco aporta acerca del origen del apellido, pero indica al primer Lúcar en Caraz: Bernardo Lúcar Torre, nacido en 1740, en España y casado con Nicolasa Polo Pajuelo Diaz de León y Cisneros. El nombre oficial de nuestra antepasada era bastante largo, yo he visto en la inscripción de bautizo de uno de sus hijos, Bartolomé Lúcar, de quien desciendo, donde aparece simplemente como Nicolasa Cisneros.
En los libros parroquiales de Caraz he encontrado todos los Lúcar que fueron nuestros antepasados, desde el mencionado Bernardo Lúcar Torre. En los libros aparecen 3 apellidos parecidos: Lucano, apellido que portaban solo indígenas, Lúcar y Lucas, creo que el último era por error, el sacristán a veces escribía Lucas en lugar de Lúcar.
El apellido Ángeles
En Perú no es un apellido raro, y en Caraz lo llevaban personas tanto de procedencia española como indigenas (éstos en una proporción mayor) Yo creo que la razón de esa popularidad es que muchos de los indigenas, al ser bautizados eran inscritos sólo con el nombre: María de los Ángeles o Juan de los Ángeles (yo he visto muchas inscripciones de este tipo en los libros parroquiales de Caraz), y cuando estas personas bautizaban a sus hijos éstos heredaban Ángeles como apellido.
Ángeles es actualmente un nombre común, de mujer en España. El nombre completo es María de los Ángeles. También es famoso el nombre Juan de los Ángeles, escritor religioso español.
En mi opinión el apellido Ángeles proviene, fundamentalmente, de los nombres mencionados en el párrafo anterior, pero podría tener otros orígenes: podría derivar del apellido Ángel, más o menos frecuente en España, de Anglés, de Angelo ...El apellido Ángeles no tiene expediente de hidalguía, luego no perteneció a hidalgos. Pero también existe una versión de "alcurnia", el apellido Ángeles (Ángelos) provendría de los emperadores bizantinos.
En los libros parroquiales de Caraz he encontrado muchas personas de apellido Ángeles desde mediados del s XVIII: españoles-blancos (en los libros a veces usan el término español como sinónimo de blanco, he podido ver muchas partidas de bautizo donde se indica: "español, recibió el bautizo en la parroquia de San Ildefonso de Caraz a los 3 días de nacido ..."), castas (hijo de cuarterón y blanco), cuarterones (hijo de mestizo y blanco), mestizos e indios.
Un dato curioso es una anécdota que me contó Rubén Ángeles, médico, pariente nuestro afincado en Sevilla. El me indicó que un paciente suyo de Jaén le había comentado que su esposa se apellidaba Ángeles, que era de un pueblo llamado Gergal y que a lo mejor eran parientes. El paciente le regaló el árbol genealógico de su esposa, y Rubén en una de sus visitas a Perú se lo dió a Guillermo y a Ciro Ängeles. El no se quedó con copia y tampoco quedó probado que esos Angeles estuvieran emparentados con nosotros. Ahora bien, Gergal es un pueblecito en Almeria, Andalucía, al lado de otro que se llama Lúcar, cerca de la sierra de Almanzora. Pero en ese pueblo no hay actualmente ningún rastro ni de los Ángeles ni de los Lúcar. Por cierto, el Ángeles español más famoso, Manuel Ángeles Ortiz (nacido en 1895), pintor cubista, nació en Jaén.
Los apellidos criptojudíos
De hecho estos apellidos, o variantes de ellos aparecen en algunas listas de apellidos sefarditas. Pero esto no implica que todos los que portaban estos apellidos fueran judíos, algunas familias lo serían pero la mayoría no. Hay que tener en cuenta que si alguien quería esconder su origen judío lo razonable es que adoptara un apellido que no levantara sospechas.
Tuve la oportunidad de leer "Anales de la Inquisición" de Ricardo Palma (y las 7 series de Tradiciones Peruanas). En Anales de la Inquisición aparece la lista de todos los condenados por la Inquisición, y no aparece ningún Ángeles, ni Lúcar, ni ninguna referencia a Caraz (aparte de la visita de Santo Toribio de Mogrovejo al Callejón de Huaylas).
A continuación reproduzco un extracto del discurso de ingreso de don Jaime Salazar y Acha titulado "Génesis y evolución histórica del apellido en España" pronunciado el 26 de mayo de 1991 ante la Real Academia Matritense de Genealogía e Historia, acerca del apellido judío.
"En primer lugar he de citar a los conversos. Se oye decir muy a menudo que tal o cual apellido es de origen judío y esto es absolutamente incierto. Los judíos en la Edad Media usaban sus nombres bíblicos seguidos de su patronímico, es decir el nombre de su padre precedido de la partícula ibn o ben que, como ya he dicho con anterioridad, quiere decir hijo en árabe.
"Al principio, entre los judíos convertidos hubo una cierta inclinación a tomar nombres de animales, como Conejo, Gavilán, Gato, Cabra, Capón, o de santos: Santa Marta, San Pedro, San Pablo, Santángel, etcétera. Pero esto sólo ocurrió en el primer momento y, al iniciarse las persecuciones de la Inquisición y tratar de pasar más desapercibidos, adoptaron lógicamente apellidos completamente corrientes y de díficil identificación. Bastaba que un converso fuera castigado por el Santo Oficio por judaizar para que toda su parentela, inocente o no de aquel delito, cambiara inmediatamente su apellido. Por eso no podemos decir de tal o cual apellido que es judío, sino que en tal o cual época ha sido utilizado por una familia judía.
"Como el resto de los españoles, adoptaron los conversos como apellidos los nombres de sus oficios o de sus lugares de origen; y esto sí puede servir en algún caso para identificarlos, puesto que los judíos, como clase media ciudadana que eran, no desempeñaban las ocupaciones más modestas ni los trabajos del campo, sino que solían vivir en poblaciones de cierta entidad, y así se llamaban Pedro de Ávila, Juan de Guadalajara, Luis de Teruel, etcétera. Pero repito que, esto que puede ser un indicio, nunca puede ser utilizado como prueba positiva o negativa de su pertenencia al pueblo hebreo."
Origen del apellido castellano
Los inventores del apellido (del latín appelare, luego appelitare), en cuanto a nombre de familia que se transmite de padres a hijos, fueron los romanos, quienes al parecer lo tomaron de los etruscos. Antes de ellos ningún pueblo trasnsmitía por herencia los nombres, ni los judíos ni los griegos. Además de por filiación el nombre romano se podía transmitir por adopción y emancipación: los esclavos adoptaban los nombres de los amos.
El nombre romano se podía componer hasta de 4 partes: prenomen, nomen, cognomen y agnomen. El prenomen era el equivalente al nombre de pila el nomen al apellido de familia, el cognomen era un segundo apellido y el agnomen la "chapa" del individuo.
En la antigüedad las mujeres no solían llevar más que su nombre de pila. Destinadas al matrimonio, que las identificaba con la familia del esposo, no necesitaban apellido.
Lo anterior se podía ver en Caraz entre los s XVI y XVIII: los esclavos adoptaban los nombres de los patrones (por ejemplo los esclavos de Anacleta de los Heros adoptaron el apellido de ésta), y había un descuido total con los apellidos de las mujeres, especialmente indigenas: éstas se registraban sólo con el nombre de pila.
Hasta el s XVII-XVIII no se estandarizó el uso de los apellidos, antes se podía cambiar fácilmente y elegir uno de los apellidos familiares o uno completamente nuevo. Por ejemplo, hoy en día no se sabe de donde sacó el apellido Saavedra D. Miguel de Cervantes Saavedra, el apellido no aparece en su árbol genealógico.
La ortografía de los apellidos era muy irregular, éstos se transcribían como los entendía el sacristán. El uso de apellidos compuestos también, era potestad del individuo componer los apellidos (y los sacristanes los descomponían porque escribían descuidadamente). El uso de los apellidos paterno y materno se práctica sólo en España (obligatorio desde 1870) y en muchas naciones hispanoamericanas, en Europa y USA se usa sólo un apellido.
A continuación, para los que les guste profundizar, transcribo un extracto del "Ensayo sobre losApellidos castellanos" de José Godoy, de 1871.
Los visigodos no conocieron nombres de familia; el nombre entre ellos era individual. Mas no todos los que llevaban nombres teutónicos o góticos pertenecían a estas razas, como suele creerse. Es un uso constante en los pueblos sometidos adoptar los nombres de los vencedores y ponerlos a los hijos.
Después de la caída del Imperio Romano fue tal el desprecio que cubrió cuanto llevaba nombre latino, que en el siglo X escribía Luitprando, obispo de Cremona: "Nosotros los lombardos, así como los sajones, francos, loreneses, bávaros, suevos y borgoñones, despreciamos tanto el nombre romano que en nuestra cólera no encontramos mayor injuria para ofender a nuestros enemigos que llamarles romanos; porque comprendemos en este nombre todo cuanto hay de innoble, tímido, avaro, lujurioso, mendaz y todos los vicios en fin".
La España romana hizo como las demás provincias del Imperio: aceptar los nombres bárbaros, lo cual favoreció el principio de fusión entre ambas razas.
El nombre indicativo de la familia a que pertenece el individuo, el apellido, apunta en España por la forma más natural, el patronímico. Apellido, del latín appellare, ya en Tácito appellitare, llamar, nombrar, designar, es voz que nació en los tiempos en que los odios y pretensiones siendo hereditarios, el espíritu de partido convertía los nombres de familia en enseñas bajo las que combatían todos aquellos que unían e identificaban simpatías, resentimientos y esperanzas. Se forma el patronímico aplicando al hijo el nombre del padre modificado por un prefijo o sufijo, o por la declinación. Los hebreos y árabes anteponían las palabras bar, ben (hijo, descendiente). Para encontrar el patronímico permanente y convertido en apellido de familia, necesitamos ir a Roma. Es sabido que la lengua latina expresa con el genitivo la propiedad o la descendencia; en este caso unas veces va seguido de la palabra filius, como M. AEmilius Murrianus Carbili f. (filius), y otras toma la terminación ius como Flavius de Flavus, Gratius de Gratus, Servius de Servus; forma que engendra nuevos patronímicos; Gratius hizo Gratidius y Servius hizo Servilius. En la baja latinidad el nombre del padre en genitivo después del del hijo constituyó el apellido de éste.
Cada nación formó la desinencia o terminación del patronímico según la índole genial de su lengua. En las de origen teutón se añade la palabra equivalente a hijo a fin de transmitir el nombre del padre: sohn en alemán, son en inglés y sueco, sen en danés... En las lenguas eslavas se emplena las finales itcg, its, witsch, wics...off y eff. En polaco ski para el masculino y ska para el femenino. Los normandos llevaron a Inglaterra el fitz (filius) ....los escoceses Mac, los irlandeses O'. Los franceses, traduciendo el genitivo latino, hicieron Dejean, Depierre. Los italianos lo conservaron (Galileo Galilei, Pelegrin Pelegrini). Los vascos tienen para expresar la filiación las terminaciones ana y ena. Los españoles siguieron, como los franceses e italianos, el genitivo latino, dándole la forma ruda y arbitraria propia del periodo que su romance atravesaba, latinizando los nombres, haciéndose de Ferrandus, Federnandus o Fredenandus, Ferrandizi, Federnandizi y Fredenandici; de García o Garsea, Garsiae, Garcezi, Garciezi, Garseanis, Garciazi. Algunas veces la i final se convierte en e, en a o en o. Estas formas indecisas se mantuvieron hasta muy entrada la Edad Media, se bien pronto se despojó la vocal final en los que afectan regirse por la segunda declinación, quedando de ellos muy contados ejemplares, tales como Senante, Aparici o Assensi. Notables y cancilleres pertinaces conservaban esta desinencia todavía cuando hacía largo tiempo que el uso la había abolido y reemplazado por la consonante que precedía a la vocal suprimida. Así la z acabó por anular y absorber a la s y t. Igual causa, esto es, la tendencia a dulcificar los sonidos fue convirtiendo en ez la desinencia iz, siendo pocos los patronímicos que se resistieron a esta modificación como Gomis, Ferrandiz, Llopis, Muñiz, Peris o Ruiz.
Pero ¿cuándo aparece el patronímico castellano?. No porque no se halle en los pocos documentos del siglo VIII que se conservan ha de concluirse que aún no había comenzado a usarse; dos donaciones de principios del año 804 están autorizadas por confirmantes que llevan el apellido patronímico; una es la dotación de la iglesia de Valpuesta por Alfonso de Casto, y otra la donación de considerables bienes que hace a la misma iglesia su obispo Juan.
Conforme avanza el siglo IX hacia su terminación va extendiéndose el uso del patronímico. Así un privilegio expedido en 877 por Alfonso III en su corte ovetense, concediendo el lugar de Dumio al obispo de Mondoñedo, aparecen como testigos personas identificadas con el nombre y el cargo que desempeña o el carácter con que se halla revestido el individuo (Vallamarius cellararius filius Sisnandi, Argimirus notarius filius Didaci, Tractinus filius Puricelli) como mejor distintivo que el patronímico, que no viene sino en segundo lugar.
En el reinado de Ordoño II se generalizó el uso del apellido patronímico en los estados que se fueron acumulando bajo su cetro.
Mas aunque el patronímico en su múltiples formas constituía por regla general el apellido, no era el único medio de distinguir las personas. Sucedió en las localidades lo que al cabo del tiempo siempre acontece, y mucho más entonces que la población era más estable: que ciertos nombre y sus derivados se hacían tan comunes que no servían para distintivo. Muchas familias se abonaban, por decirlo así, a dos nombres propios que alternaban formando cadena entre ascendientes y descendientes. El abuelo se llamaba Froila, el padre Ramiro Froilaz, el nieto Froila Ramirez, y no salían de Froilas y Ramiros. Había padres que daban un mismo nombre a los varones y otro nombre también igual a las mujeres. Necesariamente hubo que recurrir a lo que después se llamó alcuña, a un sobrenombre, mote, apodo o sobreusa, tomado por defecto, dolencia, cualidad, virtud, costumbre, parentesco, estado, condición, cargo y oficio. Si no había seña personal ni circunstancia particular se acudía a la procedencia, esto es, al lugar o sitio donde había nacido, se había criado o residido, o bien a la situación relativa de éste, como dalen, de allende, de suso, de somo, de ayuso. En el mismo pueblo, el punto en que se moraba o a que se estaba próximo servía para dar apellido: de la calle, de la rua, de la plaza, del camino, de la cuesta, del peso, del barrio, de somavila, del río, del portillo, del ejido, del otero, de la era o de las eras.
Durante el siglo XII fueron haciéndose más comunes estas clases de denominaciones, encontrándose escrituras en las que casi todos los testigos se nombran de esa manera.
Entre las formas de apellido que debieron su origen al carácter feudal fue la principal la que provino del solar de que se era dueño, y se denominaba solar todo edificio o terreno, grande o pequeño, yermo o poblado. El verdadero solar nobiliario era un extenso predio, especie de latifundium, poblado de familias de criación o vasallos solariegos que lo cultivaban, y en cuya parte más prominente se levantaba una casa fuerte que habitaba el señor.
Hasta ahora nos hemos referido a la clase de personas de la alta nobleza, propietaria de tierras, mandos militares, administradores de justicia y altos cargos. Veamos cómo se nombraba la clase servil, es decir, la sujeta a algún tipo de vasallaje.
De los siervos de nacimiento se solía guardar la genealogía porque en acreditar la condición de los padres y la filiación de los hijos se fundaba el derecho sobre todos sus descendientes. Se distinguían también unas veces por solo el nombre, otras uniendo a este el patronímico o el apodo; a veces se les designaba por "otro hombre" (alium hominem) por no poseerlo.
En las mujeres fue más lenta la adopción del apellido.
Reinaba pues en esta época la libertad absoluta en la adopción del apellido, tomando el que más conviniese por nobleza, cariño o motivos de gratitud. Del mismo modo se cambiaban el mismo los criminales, sobre todo los procesados por la Inquisición
No influyó para corregir el anárquico uso de apellido el recrecimiento de la vanidad nobiliaria de los siglos XVI y XVII y el consiguiente desarrollo de la ciencia genealógica, con sus doctores, expositores, casuistas y bibliógrafos. Los nobiliarios respondían a una gran necesidad social. Todo aquel que no tenía ejecutoria, hidalguía recibida o limpieza de sangre probada, era un paria. Baste considerar que en los nobles se proveían las encomiendas, dignidades y empleos, tenían preferencia para prebendas y beneficios eclesiásticos, y facultad de acumular muchos; no podían ser ejecutados en sus bienes, ni encerrados en cárcel pública, ni sometidos a tormento ni a penas ignominiosas; que se templaba el rigor de las leyes al aplicárselas, y que estaban exentos de tributos y cargas concejiles, para formarse idea de los esfuerzos que harían por penetrar en esa clase privilegiada, de los fraudes y falsificaciones que para ello se emplearían, y de los sacrificios pecuniarios que por conseguirlo se impondrían los particulares en las épocas en que la venta de hidalguías y títulos era unos de los arbitrios de la Real Hacienda. Así es que sus fronteras se fueron dilatando hasta acusar el censo de 1787, como pertenecientes a ella, medio millón de individuos. La profesión de genealogista fue, pues, muy lucrativa; clase de trabajos que cayó muy pronto en la industria, de donde después no ha vuelto a levantarse. Generador principal de nobiliarios fue el que corría bajo el nombre del conde Don Pedro, hijo de un rey de Portugal del siglo XIV, el cual, en tres siglos que mediaron hasta su impresión, circuló en copias, que cada cual ordenaba a su gusto, acabando por no conservar del primitivo ni remotos lineamientos. Esta era la fuente predilecta de los genealogistas, y la autoridad que más alto levantaban sobre su cabeza. Ningún nobiliario merece fe; y así lo reconoció en el mismo siglo XVII el Consejo, en auto impreso a propósito del de Alfonso López de Haro, uno de los más calificados. Sus autores no buscan más que halagar vanidades y favorecer intereses, haciendo posible entronques quiméricos que lleven las estirpes adonde convenga, incluso hasta Adán. Don Quijote mostró conocer los procedimientos de estos industriales, al confiar en "que podría ser que el sabio que escribiese mi historia deslindase de tal manera mi parentela y descendencia, que me hallara quinto o sexto nieto de rey".
No eran dados los genealogistas a investigaciones etimológicas de apellidos; acogían. adornándolos más o menos, los cuentos vulgares que explicaban su origen
El patronímico, que venía sirviendo indistintamente de nombre y apellido en todas las clases, comienza en el siglo XVI a quedar relegado, como nombre, a la clase inferior. Rara vez se le encuentra ya usado de este modo fuera de ésta.
El uso de más de un apellido, fuera de la combinación del patronímico con el de lugar, no es común en la Edad Media; va extendiéndose desde el siglo XVI; pero hasta época reciente no adquiere regularidad la costumbre de que alternen suministrándolos las líneas paterna y materna.
Notas generales sobre Ángeles y Lúcar
Busqué los apellidos Ángeles y Lúcar, y no encontré nada. Esto me desilusionó mucho. Pasaron unos meses cuando volví a la Biblioteca Nacional para seguir leyendo estos libros pero no me lo permitieron, el acceso a esta sala quedo restingido a investigadores.
Los apellidos Ángeles y Lúcar no tienen expediente de hidalguía. No fueron usados por hidalgos y no tienen escudo de armas. Hay muchos apellidos sin expediente de hidalguía. En cuanto a los escudos de armas, éstos corresponden a familias-linajes y no a todos los que portan el apellido.
Cuando me trasladé a España me di con la gran sorpresa que había muchos Ángeles. Mejor dicho muchas, Ángeles es un nombre de pila común, María de los Ángeles para ser más exactos. También existe Juan de los Ángeles, pero este nombre ha caído en desuso. Pero si había gente con el apellido Ángeles, no mucha, en Andalucía.
Con respecto a los Lúcar la cosa era peor, este apellido simplemente no existe. Bueno, ahora existe, pero los que portan este apellido son inmigrantes.
Pueden comprobar mis afirmaciones mediante la web de distribución geográfica de los apellidos en España del Instituto Nacional de Estadística.
Existe una web española que permite acceder a datos del Archivo de Indias, con información de los pasajeros que emigraron a América, pero la búsqueda de los apellidos Ángeles y Lúcar es muy difícil, porque Ángeles es parte de un nombre de persona y Lúcar por el famoso puerto San Lúcar de Barrameda.
Introducción
La existencia humana, los hechos vitales como el nacimiento, el matrimonio, la defunción son registrados actualmente por el Registro Civil en casi todos los lugares del mundo, pero esta institución data de mediados/finales del s XIX cuando no del s XX en lugares menos desarrollados. Antes de la existencia del Registro Civil la Iglesia Católica y sus ramificaciones, en occidente, eran la única fuente de información. Desde el Concilio de Trento (1570) las parroquias tienen el mandato de registrar los sacramentos y las defunciones.
Los mormones han microfilmado los libros parroquiales de muchos lugares del mundo, entre ellos el Perú. Muchos pueblos de Ancash y la Amazonía están microfilmados. Para microfimar los registros parroquiales los mormones deben obtener autorización del Obispado correspondiente. Para ello usan un argumento de peso: proporcionar una copia gratis de los libros parroquiales, antes de que éstos se perdieran, en un accidente o simplemente por deterioro. La decisión correspondía enteramente a los obispados, por ejemplo los datos del Cusco no están microfilmados porque el obispado no dio su consentimiento. Digo correspondía porque este año la Iglesia Católica ha dado instrucciones a los obispados de no dar nuevos permisos.
A través de la web que he mencionado en el primer párrafo se pueden acceder a algunos datos indexados, pero lamentablemente hay mucha información sin indexar que esta en los microfilmes. Para indexar un microfilm es necesario hacer una lista con los libros parroquiales, nombres y fechas que allí aparecen. No es una tarea fácil, algunos libros están deteriorados y además la caligrafía y exactitud de los escribas dejaba mucho que desear. Si los registrados eran blancos y propietarios la inscripción parroquial se hacía con cierto cuidado, si eran pobres o indios la inscripción se hacía a toda prisa.
Para consultar un microfilm hay que ir a un "Centro de Historia Familiar", ubicados en templos mormones en todo el mundo. El único requisito es pagar 3 US $ por 3 meses de acceso, un precio simbólico. No es necesario ser mormón, yo no lo soy. Los mormones tienen en proyecto (ya han empezado con ello) digitalizar los microfilmes. Cuando esto este hecho podremos consultar los libros parroquiales en casa, gracias a Internet. Lamentablemente no se podrán microfilmar más parroquias.
Además de los libros parroquiales los mormones han microfilmado muchos libros de Genealogía, Historia, Heráldica y Diccionarios Biográficos. También datos del Registro Civil y censos, recientemente han digitalizado el Registro Civil de Lima, desde sus inicios (1874) hasta 1930.